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viernes, 9 de julio de 2010

Las Leyes de Murphy

En el desarrollo de la ingeniería y la ciencia, muy frecuentemente o más bien dicho siempre, existen errores de cálculo o fallas por factores hasta entonces desconocidos; por lo tanto, la implementación exitosa del conocimiento en un producto tangible que podriamos llamar innovación, representa un porcentaje muy bajo en comparación con el número de proyectos de investigación y desarrollo tecnológico desarrollados en el mundo. Bajo esta consideración es importante destacar que es muy problable que en la ciencia y la tecnología se cumplan las Leyes de Murphy.

Estas leyes fueron enunciadas por el ingeniero Edward A. Murphy Jr., que trabajó en experimentos con cohetes sobre rieles puestos en práctica por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para probar la resistencia humana a las fuerzas G durante una desaceleración rápida. Las pruebas iniciales usaban un muñeco humanoide, atado a una silla en el trineo, pero las que siguieron fueron hechas con John Paul Stapp, capitán en ese entonces, reemplazando al muñeco. Con esto se cuestionó la precisión de la instrumentación utilizada para medir las fuerzas G que el capitán Stapp experimentaba. Edward Murphy propuso utilizar medidores electrónicos de esfuerzo sujetos al arnés de Stapp para medir la fuerza ejercida sobre ellos por la rápida desaceleración. El asistente de Murphy cableó el arnés y se hizo una primera prueba utilizando un chimpancé. Sin embargo, los sensores dieron una lectura de cero.

Entonces se advirtió que se había producido un error en la instalación: cada sensor se había cableado al revés. En este momento Murphy formuló su famoso enunciado. Según George Nichols, otro ingeniero que estaba presente, Murphy, frustrado, le echó la culpa a su asistente, diciendo: «Si esa persona tiene una forma de cometer un error, lo hará». La versión de Nichols es que la «Ley de Murphy» salió en una conversación entre otros miembros del equipo; fue luego condensada a «Si puede ocurrir, ocurrirá» y llamada la ley de Murphy de forma burlona por lo que Nichols percibía como arrogancia por parte de Murphy.

Las 10 leyes de Murphy:
1. Si algo puede salir mal, saldrá mal.
2. Si existe la posibilidad de que varias cosas salgan mal, la que cause más perjuicios será la primera que suceda.
3. Si algo no puede salir mal, saldrá mal de todos modos.
4. Las cosas dejadas a su aire, suelen ir de mal en peor.
5. Si todo parece estar saliendo bien, evidentemente hay algo que se ha pasado por alto.
6. Cualquier cosa que empieza bien, mal acaba.
7. Cualquier cosa que empieza mal, acaba peor.
8. Si algo parece fácil, resulta difícil.
9. Si algo parece difícil, resulta imposible.
10. Si un experimento funciona, es que algo se ha hecho mal.

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